“Abre los ojos, estudia las estatuas mira, reflexiona y vuelve a mirar” debe ser el precepto continuo de todo aquel que quiera aprender o conocer la escultura griega».Īcompañando a las catedrales góticas de la Baja Edad Media surgen una escultura y una pintura características que resultan también inconfundibles. Podemos sentirla, pero no podemos expresarla. Su simplicidad esencial desafía cualquier definición. «El alma de la escultura griega abarca toda la escultura. De este modo, el discóbolo se convierte en un gladiador moribundo, un dios recibe los atributos de otro y las piernas de una estatua se implantan en el torso de otra. Desde el Renacimiento hasta la actualidad, muchas obras han sido restauradas por escultores occidentales, que, con frecuencia, las han interpretado de una forma muy diferente a su planteamiento original. Muchas de las obras maestras que se describen en las obras de literatura clásica se han perdido o han sufrido daños considerables, y la mayoría de las piezas que conocemos son copias más o menos hábiles y fidedignas efectuadas durante la época romana. Solo se conoce una mínima parte de la producción escultórica de la Grecia antigua. Es la primera de las artes clásicas que trató de liberarse de las restricciones imitativas, de la representación precisa de la naturaleza. Para un contemporáneo, expresa el ideal de la belleza y de la perfección plástica. La escultura griega es, probablemente, el aspecto más conocido del arte griego. Describe la gran variedad de materiales empleados y la evolución de los estilos a lo largo de los siglos, así como las peculiaridades de los principales escultores. En ese espacio liminar -siempre transitorio, siempre en transformación- surgen las obras de Jorge Marín.Įl volumen de Mega Square Escultura abarca más de 23.000 años y contiene más de 120 ejemplos de las esculturas más hermosas del mundo, desde el arte prehistórico y las estatuas egipcias hasta las obras de Miguel Ángel, Henry Moore y Niki de Saint-Phalle. Los lectores podrán explorar la historia del vidrio soplado, las herramientos y equipo utilizados y cómo se practica hasta nuestros días.Įste libro es un recuento de la obra de los últimos ocho años del escultor Jorge Marín, en donde el bronce es aquí a la vez contacto con la tierra y vehículo para el aire. Para acceder de forma remota a los siguientes libros, ingrese con:
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